Pues sí, son instituciones llenas de carcamales chapados a la antigua que se cubren de una especie de aura de erudición absoluta.
Por lo visto la RAE cumple 300 años y los lameculos de la Academia de la Publicidad han decidido homenajearla como ¿mejor saben? o eso deberían.
Total que aparte de un anuncio totalmente alejado de la realidad del lenguaje actual intentan hacer una gracia convirtiendo este en un lenguaje súper polite que da pena.
La cosa es que si te paras a escuchar lo que dice la madre y lo que ocurre en el anuncio, es como si volviéramos a los anuncios de los 60 en los que una madre encantada de estar en casa esperando al marido amenaza a su hijo travieso con que haga algo antes de que venga el padre, dando a entender que si no se va a liar…
Vamos, una vergüenza en el siglo XXI en el que sorprendentemente los que se hacen llamar inteligentes y eruditos no son capaces de siquiera esconder su machismo.
Vergüenza les debía dar.
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